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AFLPA critica a AFL por doble rasero en el manejo de insultos homofóbicos
La Asociación de Jugadores de la AFL (AFLPA) ha expresado su preocupación por lo que perciben como un doble rasero dentro de la AFL, luego de la suspensión del delantero de Port Adelaide Jeremy Finlayson por un insulto homofóbico dirigido a un jugador de Essendon. La suspensión de tres semanas de Finlayson ha provocado críticas de la AFLPA, que cree que hay inconsistencia en cómo la liga maneja los problemas de comportamiento, especialmente en comparación con casos anteriores como la multa del entrenador de North Melbourne, Alastair Clarkson, por una infracción similar a principios de este año.
La sanción a Finlayson incluye la educación obligatoria a través de ‘Pride in Sport’, cuyos costes correrán a cargo personalmente. La AFLPA, encabezada por el director ejecutivo Paul Marsh, ha pedido una revisión del marco de sanciones de la liga para garantizar la transparencia y la igualdad de trato entre todos los miembros de la comunidad de la AFL.
Según informes de Fox Footy y The Herald Sun, la AFL consideró la naturaleza distinta del insulto de Finlayson en comparación con el de Clarkson, enfatizando la severidad y franqueza del lenguaje utilizado. La liga reconoció la rápida disculpa de Finlayson y el reconocimiento de su error como factores atenuantes en el proceso disciplinario.
Después de numerosas discusiones y consultas, la AFL condenó oficialmente el lenguaje homofóbico en un comunicado, afirmando su compromiso de fomentar un entorno seguro e inclusivo para las personas LGBTQI+ dentro del deporte. La respuesta de la AFL destacó la importancia de comprender y apropiarse inmediatamente de dicha mala conducta para evitar daños mayores.
La admisión de culpabilidad de Finlayson provocó un período de suspensión más corto, durante el cual se perderá partidos cruciales contra equipos como Fremantle, Collingwood y St Kilda. El delantero de 28 años recibirá educación y entrenamiento para abordar sus acciones y mejorar su comprensión del impacto del lenguaje ofensivo.
En un movimiento de solidaridad, Port Adelaide aceptó públicamente la decisión de la AFL y expresó su decepción por el uso del término ofensivo por parte de Finlayson. El presidente David Koch reiteró los valores de inclusión del club y denunció el lenguaje como inaceptable dentro de la organización.