World
El apoyo bipartidista a la HR 9495 genera temores de un poder ejecutivo desenfrenado y la supresión de la libertad de expresión
La Cámara de Representantes está lista para votar nuevamente sobre el proyecto de ley HR 9495, un proyecto de ley que ha generado importantes preocupaciones sobre la libertad de expresión y la posibilidad de que el ejecutivo se extralimite. La “Ley para detener la financiación del terrorismo y las sanciones fiscales a los rehenes estadounidenses” no logró obtener una mayoría de dos tercios la semana pasada, pero ahora se somete a votación que requiere sólo una mayoría simple para ser aprobada.
Si se promulga, la HR 9495 otorgaría al Secretario del Tesoro la autoridad para designar unilateralmente una organización sin fines de lucro como organización terrorista y despojarla de su estatus de exención de impuestos sin requerir ninguna evidencia o debido proceso. Este poder se considera peligrosamente amplio y propicio para el abuso, particularmente por grupos de presión influyentes como AIPAC, que han apoyado la medida.
Las implicaciones del proyecto de ley se extienden mucho más allá de su objetivo inicial de los grupos de defensa pro palestinos. Podría permitir ataques a mezquitas, marginando aún más a las comunidades musulmanas, y permitir que el Secretario del Tesoro apunte a una amplia gama de organizaciones, incluidos medios de comunicación, universidades y grupos de la sociedad civil. Esto podría llevar a la supresión de las voces disidentes, incluidas las de las universidades públicas, Planned Parenthood, la ACLU y medios de periodismo de investigación como ProPublica.
Las organizaciones de libertades civiles y derechos humanos, junto con más de 130 grupos más, han expresado una fuerte oposición al proyecto de ley. Argumentan que le daría al poder ejecutivo una herramienta para frenar la libertad de expresión, censurar a los medios de comunicación sin fines de lucro, atacar a los opositores políticos y castigar a los grupos desfavorecidos en todo el espectro político. La ACLU y otras organizaciones han destacado la falta de salvaguardias contra el abuso y el potencial de una aplicación politizada y discriminatoria.
La votación sobre el proyecto de ley HR 9495 ha contado con apoyo bipartidista: 52 demócratas se unieron a los republicanos a favor del proyecto de ley la semana pasada. Esto ha provocado llamados urgentes a los electores para que se comuniquen con sus representantes, especialmente aquellos demócratas que votaron a favor, para instarlos a reconsiderar su apoyo).