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Controversia en torno a la financiación del NDIS para delincuentes de alto riesgo
Ha estallado la controversia cuando se reveló que el Plan Nacional de Seguro de Incapacidad (NDIS) proporciona fondos sustanciales a violadores de niños y delincuentes sexuales condenados tras su liberación de prisión. El NDIS ha pagado millones para ayudar a estas personas a conseguir un alojamiento seguro mientras se reintegran a la sociedad.
Documentos judiciales han revelado que los delincuentes de alto riesgo, considerados demasiado peligrosos para vivir en instalaciones tradicionales, reciben una importante ayuda financiera del NDIS para residir en viviendas seguras y supervisadas dentro de la comunidad. Esto ha generado preocupación entre el público con respecto al uso del dinero de los contribuyentes para apoyar a dichas personas.
En un caso reciente en Victoria, un hombre de 40 años, condenado por una serie de delitos graves, entre ellos violación, agresión sexual y actos indecentes con un menor, recibió la asombrosa suma de 1,4 millones de dólares en apoyo del NDIS. Al hombre le diagnosticaron varios trastornos de salud mental y está previsto que resida en una unidad segura en una ciudad regional, donde requerirá supervisión a tiempo completo.
A otro delincuente sexual condenado, un hombre de 44 años de Queensland, se le concedió un paquete de apoyo del NDIS de 500.000 dólares a pesar de las dudas planteadas por un juez sobre la exactitud de sus evaluaciones. Este individuo, diagnosticado con varias afecciones de salud mental, tiene antecedentes de delitos graves que incluyen agresión sexual y asfixia.
Además, un hombre de 63 años de Nueva Gales del Sur recibió 100.000 dólares en fondos del NDIS, después de que le diagnosticaran varios trastornos de salud mental tras ser condenado por incesto y agresión sexual. A pesar de no estar bajo una orden de supervisión, el hombre era elegible para recibir apoyo del NDIS debido a sus problemas de salud mental.
El NDIS ha defendido sus acciones afirmando que todo australiano, independientemente de sus antecedentes penales, tiene derecho a acceder a los sistemas de apoyo gubernamentales. Sin embargo, esto ha desatado un debate sobre la asignación de recursos y el equilibrio entre rehabilitación y seguridad pública.
Se espera que el NDIS cueste a los contribuyentes miles de millones de dólares en los próximos años, y una parte sustancial de estos fondos se asignará a personas con discapacidad intelectual. La transparencia y la rendición de cuentas de dichas decisiones de financiación siguen siendo examinadas por diversas partes interesadas de la comunidad.