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Desentrañar la controversia en torno a la siembra de nubes: una mirada más cercana a la modificación del clima en los Emiratos Árabes Unidos
La técnica de siembra de nubes tiene una larga historia, que se remonta a la década de 1940, y se utiliza en varios países y estados. La práctica de la siembra de nubes, vista como una solución potencial para las regiones que enfrentan escasez de agua, implica mejorar la capacidad de las nubes para producir precipitación.
Las nubes se forman cuando el vapor de agua se condensa alrededor de pequeñas partículas o núcleos en la atmósfera. La siembra de nubes introduce partículas adicionales como yoduro de plata o compuestos salinos para aumentar la precipitación. Este proceso puede aumentar las precipitaciones hasta en un 10% o más, beneficiando la agricultura y los recursos hídricos.
Los meteorólogos monitorean cuidadosamente las condiciones climáticas para garantizar una siembra de nubes segura y efectiva. Se toman precauciones para evitar riesgos de inundaciones o nevadas excesivas, centrándose en maximizar los beneficios de la técnica y minimizar los posibles inconvenientes.
Los Emiratos Árabes Unidos han participado activamente en la siembra de nubes desde la década de 1990, y el Centro Nacional de Meteorología supervisa las operaciones del país. A través de tecnología avanzada y múltiples estaciones meteorológicas, los Emiratos Árabes Unidos llevan a cabo misiones de siembra de nubes para mejorar las precipitaciones en regiones áridas.
En una campaña de campo reciente en los Emiratos Árabes Unidos, se probaron tres métodos diferentes de siembra de nubes: siembra de nanomateriales, siembra de partículas de sal grandes y llamaradas higroscópicas convencionales. Estas técnicas tienen como objetivo optimizar las precipitaciones en zonas desérticas y mitigar la escasez de agua mediante estrategias innovadoras de modificación del clima.
Ahmed Habib, meteorólogo especialista del NCM, destacó el éxito de las recientes misiones de siembra de nubes antes de fuertes aguaceros. Sin embargo, los críticos han expresado su preocupación por el impacto de la siembra artificial en fenómenos climáticos extremos, como el reciente diluvio en Dubai.
Si bien la siembra de nubes puede haber contribuido al aumento de las precipitaciones, expertos como el meteorólogo Jeff Berardelli enfatizan que otros factores, como el polvo del desierto suspendido en el aire, influyen en los patrones climáticos. Comprender las complejidades de la modificación del clima y sus efectos sigue siendo un desafío clave en el debate en curso sobre las prácticas de siembra de nubes.