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Figuras de los medios bajo fuego por respuestas islamófobas al incidente de apuñalamiento en Sydney
Rachel Riley y Julia Hartley-Brewer enfrentaron numerosas críticas por sus respuestas islamófobas tras el trágico incidente de apuñalamiento en Sydney, Australia, perpetrado por Joel Cauchi. El incidente provocó múltiples víctimas y generó controversia.
La comisionada de policía de Nueva Gales del Sur, Karen Webb, afirmó que el ataque probablemente no fue motivado por motivos ideológicos sino por problemas de salud mental. A pesar de esto, ambas personalidades de los medios rápidamente sacaron conclusiones que vinculaban el incidente con el Islam.
Julia Hartley-Brewer inicialmente tuiteó insinuando una conexión con el terrorismo islamista, de lo que luego se retractó tras una reacción violenta. Su disculpa, sin embargo, recibió críticas por su falta de empatía hacia las familias de las víctimas y la desinformación que se compartió inicialmente.
De manera similar, Rachel Riley adoptó una postura extrema, estableciendo paralelismos con el término «Revolución Intifada» y el ataque de Sydney. Incluso después de que se revelaran los verdaderos motivos del atacante, Riley continuó defendiendo sus creencias, provocando más reacciones violentas.
La gente en las plataformas de redes sociales pidió que Channel 4 y Talk TV tomaran medidas contra Riley y Hartley-Brewer por sus comentarios divisivos. El incidente arrojó luz sobre la influencia, a menudo desenfrenada, de figuras de los medios de comunicación en la difusión del odio y la desinformación.
Tanto Riley como Hartley-Brewer han mantenido una fuerte presencia en los medios, y Hartley-Brewer ha desempeñado varios papeles destacados en radio y televisión. El incidente puso de relieve la necesidad de una información responsable y los peligros del sensacionalismo desenfrenado en los medios.