Informe de las Naciones Unidas revela aumento de la violencia en Haití y necesidad urgente de intervención internacional

Un informe reciente de las Naciones Unidas arroja luz sobre la escalada de violencia en Haití y señala la necesidad urgente de una intervención internacional en la atribulada nación. El experto de la ONU, William O’Neill, presentó las conclusiones de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, que describen la terrible situación en Haití.

El informe subraya el impacto devastador de la violencia de las pandillas en Haití, donde más de 1.500 personas perdieron la vida sólo en el primer trimestre de este año. La ciudad capital, Puerto Príncipe, ha sido particularmente afectada, con bandas armadas ejerciendo control sobre partes significativas de la ciudad.

Tras el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021, Haití se hundió aún más en el caos, que culminó en un vacío de poder que empoderó a varios grupos armados. La violencia se intensificó en febrero, cuando pandillas, incluidas las lideradas por Jimmy “Barbecue” Cherizier, lanzaron ataques coordinados destinados a desestabilizar el gobierno encabezado por Ariel Henry.

Ariel Henry, que actualmente no puede regresar a Haití por motivos de seguridad, ha estado abogando por apoyo internacional para abordar la crisis. El informe de la ONU enfatiza la necesidad de tomar medidas inmediatas para frenar los angustiosos niveles de violencia y restaurar la estabilidad en el país.

Según el informe, la situación en Haití ha alcanzado niveles catastróficos, con abusos rampantes de los derechos humanos, incluidos asesinatos, secuestros y violencia sexual. El informe pide el rápido despliegue de una fuerza de seguridad internacional para ayudar a la asediada Policía Nacional a restablecer la ley y el orden.

A pesar de compromisos previos, el despliegue de la misión internacional ha sufrido retrasos. Países como Kenia, las Bahamas, Bangladesh, Barbados, Benin y Chad han prometido personal para apoyar la misión una vez que esté operativa. Mientras tanto, los líderes caribeños están trabajando para establecer un consejo de transición en Haití para navegar la agitación política.