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Un misterioso subproducto químico encontrado en el agua del grifo de EE. UU. genera preocupaciones de salud
Un estudio reciente ha descubierto un subproducto químico no identificado previamente, conocido como anión cloronitramida, presente en el agua del grifo de aproximadamente un tercio de los hogares estadounidenses. Esta sustancia es un producto de degradación de la cloramina, un desinfectante utilizado para tratar el agua y hacerla segura para el consumo humano. Desde hace unos cien años se confía en la cloramina, una mezcla de cloro y amoníaco, para eliminar los patógenos de los suministros de agua.
El descubrimiento se realizó analizando 40 muestras de 10 sistemas de agua potable clorada de EE. UU. en siete estados. Los investigadores encontraron anión cloronitramida en todas las muestras. Si bien aún no se ha determinado la toxicidad exacta de este compuesto, su estructura molecular sugiere que podría ser peligroso debido a su similitud con otras moléculas tóxicas y su capacidad para ingresar a sistemas biológicos y células.
Expertos como David Reckhow, profesor investigador de la Universidad de Massachusetts, Amherst, y Julian Fairey, autor principal del estudio de la Universidad de Arkansas, enfatizan la necesidad de realizar más investigaciones para comprender los posibles riesgos para la salud asociados con este compuesto. Se espera que la investigación sobre su relevancia toxicológica sea un proceso a largo plazo, que podría abarcar una década, una vez que se obtenga la financiación.
El hallazgo también ha planteado dudas sobre la seguridad de la cloramina como método de desinfección en comparación con el cloro. David Andrews, del Grupo de Trabajo Ambiental, señaló que si bien la cloramina se ha considerado más segura, este nuevo descubrimiento desafía esa suposición. El estudio destaca que cualquier tratamiento del agua potable implica cierto nivel de riesgo para la salud, a pesar del papel crucial que desempeñan estos procesos en la prevención de enfermedades transmitidas por el agua.
Se recomienda a las empresas de agua que tengan en cuenta las investigaciones en curso y minimicen la exposición del público al compuesto hasta que se puedan sacar conclusiones más definitivas. Muchas empresas de servicios de agua de EE. UU. brindan información en sus sitios web sobre si el agua suministrada se trata con cloro o cloramina, lo que ayuda a los consumidores a tomar decisiones informadas sobre su consumo de agua.