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El presidente y el vicepresidente de Filipinas envueltos en una disputa mortal que pone a prueba la estabilidad nacional
En Filipinas se está desarrollando una grave crisis política a medida que una amarga disputa entre el presidente Ferdinand Marcos Jr. y la vicepresidenta Sara Duterte ha escalado a niveles alarmantes. La brecha, que se ha ido gestando a raíz de importantes diferencias políticas y animosidades personales, llegó a un punto crítico cuando el vicepresidente Duterte declaró públicamente que había organizado el asesinato del presidente Marcos, su esposa y el presidente de la Cámara de Representantes si ella fuera se atacó fatalmente a sí misma.
La disputa entre los dos líderes, que alguna vez fueron aliados después de obtener victorias electorales aplastantes en 2022 sobre una plataforma de unidad nacional, ha expuesto profundas divisiones dentro del gobierno filipino. Las cuestiones clave incluyen sus diferentes tendencias en política exterior, con Marcos ampliando los vínculos de defensa con Estados Unidos y criticando las acciones agresivas de China en el Mar de China Meridional, contrariamente a los estrechos vínculos con China y Rusia fomentados por el padre de Duterte, el ex presidente Rodrigo Duterte.
El presidente Marcos respondió enérgicamente a la amenaza de asesinato y prometió luchar contra lo que describió como “amenazas imprudentes y preocupantes” en un mensaje por video a la nación. Destacó la importancia de defender el estado de derecho y garantizar que tales planes criminales no sean pasados por alto.
La situación ha dado lugar a acciones legales, y los investigadores filipinos convocaron al vicepresidente Duterte a comparecer ante la Oficina Nacional de Investigaciones por sus amenazas públicas. El subsecretario de Justicia, Jesse Hermogenes Andrés, destacó la gravedad de la amenaza, señalando que sienta un precedente peligroso y que Duterte enfrentaría consecuencias legales por sus declaraciones.
El presidente de la Cámara de Representantes, Martín Romualdez, primo del presidente Marcos, también condenó los comentarios del vicepresidente, describiéndolos como “imprudentes” y “peligrosos” y enfatizando la necesidad de rendir cuentas para proteger la democracia del país.
La disputa se complica aún más por las investigaciones en curso sobre la sangrienta represión de las drogas ilegales durante la presidencia de Rodrigo Duterte, que está siendo examinada por la Corte Penal Internacional. Esto se ha sumado a las tensiones entre los bandos de Marcos y Duterte, y Rodrigo Duterte instó recientemente a la CPI a acelerar su investigación.